La felicidad es cuestión de perspectiva

Hoy acudí al hospital Universitario de Cáceres con una cita programada. El objetivo era hacerme una resonancia. Una de las precauciones que debemos tener quienes como yo tenemos implantado un neuroestimulador es apagarlo mientras se realiza la resonancia pues de otra forma se chafarían. Cuando se apaga el neuroestimulador,en cuestión de segundos, mis brazos empiezan a agitarse y la única forma de sujetarlos es pillando las manos entre las piernas y el asiento de la silla. Además mis piernas y pies se ponen a bailar por su cuenta y uno de mis pies, el izquierdo para más señas, me impide caminar bien. Después de dos horas de desconexión, mi doctora me volvió a conectar y, en cuestión de segundos, volví a ser una de las personas más felices del mundo. Los brazos y las manos, por arte de magia, volvieron a la disciplina y mi pie torcido se enderezó permitiéndome caminar casi con normalidad. Quiero resaltar esto porque hay muchas personas con el mal de parkinson que no albergan este sentimiento de felicidad. Yo, con el paso del tiempo, he aprendido a ver las cosas desde otra perspectiva.¿Cómo no voy a ser feliz si mis hijos van cumpliendo sus sueños?.¿Cómo no voy a ser feliz si mi mujer me quiere, me cuida y acompaña?.¿Cómo no voy a ser feliz si mi pie, mis brazos y mis manos responden a la "magia" del neuroestimulador?.¿Cómo no voy a ser feliz si vacío el lavavajillas o paso la mopa?. ¿Cómo no voy a ser feliz si salgo de paseo con mi perro?.¿Cómo no voy a ser feliz si el equipo de neurología del Hospital Universitario de Cáceres, siempre, siempre, me trató con extremo cariño y profesionalidad? No creo eqiuvocarme si digo que esa lista de cosas crecerá . Te propongo, tengas o no parkinson, que confecciones una lista de cosas que te hacen feliz. Te sorprenderás. Todo es, la felicidad también,cuestión de perspectiva.

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