La escala de Hoehn y Yahr

 La escala de valoración de Hoehn y Yahr es seguramente el método más extendido para calificar la evolución del mal de parkinson.  En mis informes médicos se me asigna actualmente un nivel 2. Este nivel se reserva a quienes tenemos una  afectación bilateral sin alteración del equilibrio. 

Si tenemos en cuenta que fui diagnosticado en 2008, pouedo decir que he tardado 13 años en alcanzar este nivel. 

Salvo error, la escala completa es la siguiente:

0 - No hay signos de enfermedad.

1.0 - Enfermedad exclusivamente unilateral.

1.5 - Afectación unilateral y axial.

2.0 - Afectación bilateral sin alteración del equilibrio.

2.5 - Afectación bilateral leve con recuperación en la prueba de retropulsión. (Test del empujón)

3.0 - Afectación bilateral leve a moderada; cierta inestabilidad postural, pero físicamente independiente.

4.0 - Incapacidad grave; aún capaz de caminar o de permanecer en pie sin ayuda.

5.0 - Permanece en una silla de ruedas o encamado si no tiene ayuda.


La escala tiene limitaciones. Quizás la más importante es que basa la valoración tomando en consideración síntomas "motores", como son el temblor la rigidez, la lentitud de nuestros movimientos, pero no, los otros muchos daños que la enfermedad y su tratamiento puede llegar a provocar. 

Eso explica que personas con un mismo nivel en la escala tengan un estado muy diferente. 

La escala,  además de la vertiente médica,  tiene importancia desde el punto de vista jurídico. 

En el caso de solicitud de la incapacidad laboral, es muy improbable que obtengas la incapacidad permanente absoluta, es decir, incapacidad para desempeñar cualquier trabajo, si tu parkinson no está en el nivel 3 o superior de la escala.  Por debajo del nivel 3, tendrás que invertir mucho tiempo y mucho dinero en demostrar en el juzgado que tu enfermedad, pese a no alcanzar el grado 3, te impide realizar cualquier tipo de trabajo. 

Si además tienes un seguro que cubra la incapacidad laboral absoluta prepárate para la más dura, larga y costosa batalla que puedas imaginar. Tendrás que demostrar otra vez, ahora ante la compañía aseguradora,  que no puedes realizar ningún tipo de trabajo. 

Si finalmente puedes cobrar la indemnización del seguro, hay que darle la enhorabuena a la Hacienda Pública pues se llevará un buen "pellizco"


Precavido, siete vidas, y a cubierto










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