Ser fuerte es una obligación para mi.
"Estoy sentenciado" Recuerdo que estas fueron mis primeras palabras al salir del Hospital con el diagnóstico de mi enfermedad recién conocido. Aquella demoledora frase fue el inicio de una etapa de infelicidad que, sin embargo, superé, como no podía ser de otra manera, felizmente.
Creo poder explicar por qué hoy, doce años después de haber sido diagnosticado, estoy ilusionado, soy optimista, más fuerte y, me atrevo a decir, que sigo siendo feliz.
Esto es lo que hice:
Acepté mi enfermedad. Lo que me ha sucedido es muy fácil de entender: Millones de personas en el mundo tenemos parkinson. Puedo lamentarme pero no me sirve de nada, puedo enfadarme pero tampoco me sirve de nada. Puedo no hacer nada, pero si nada hago habré dejado pasar la oportunidad de modificar y ralentizar el progreso de la enfermedad.No pierdo la ocasión de reir y hacer reir.
Enlaces recomendados: Cosas buenas, Tócala otra vez, Sam
Comentarios
Publicar un comentario