HORIZONTE DE ESPERANZA

En mi horizonte comienza a dibujarse, una vez más, la esperanza. Digo esto porque a expensas de tener que realizar pruebas adicional, todo parece indicar que seré un buen candidato para el tratamiento quirúrgico del parkinson.

La cirugía consiste en implantar en puntos muy precisos del cerebro, exactamente en aquellos en los que se localiza el desorden que provoca los síntomas motores más característicos de la enfermedad, como son el temblor, la rigidez, la dificultad para caminar, uno o dos electrodos que conectados por cable a un neuro estimulador y a  una batería que se aloja normalmente debajo de la clavícula, se encargarán de trasmitir impulsos eléctricos cuya finalidad es poner orden interfiriendo para ello los impulsos anormales.

Aunque la enfermedad no se cura y continúa su tozuda progresión, no es cosa menor lo que se consigue gracias a la estimulación cerebral. Para que lo entendamos bien, sería algo así como quitarle unos años de evolución al parkinson, los suficientes como para decir que si finalmente soy operado  y todo sale bien, será muy probable que pueda volver a coger un vaso sin derramar su contenido, manejar bien los cubiertos, volver a pescar, quizá a conducir y quizá a trabajar.  El solo hecho de pensarlo me emociona.

Soy afortunado.




Chumberitos. Colección FOT-ON

Comentarios

  1. Querido mío, hay horizontes que nuestro hermano tendrá que contemplar para nosotros, preparará una tienda en el cielo que todos volveremos a compartir mientras nos esperamos...

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares