Tengo parkinson,

Ocultar el diagnóstico del parkinson, aprovechando que los síntomas de la enfermedad todavía no son evidentes, con la excusa de esperar a un mejor momento para compartirlo con tu familia, tus amigos o tus compañeros quizá no sea una buena idea.
Cada día que pasa desde que se diagnosticó la enfermedad sin compartir la existencia de la misma, resultará más difícil hacerlo. Es más, probablemente lo harás cuando los síntomas de la enfermedad sean tan evidentes que ya no necesitabas hacerlo, pues todos ya lo imaginan o lo sospechan.
Sé de que hablo. Disimular el parkinson es un ejercicio estéril que añade un gran sufrimiento y pone en grave riesgo la pieza más codiciada por la enfermedad, la mente.
Y todo ello a cambio de nada. El parkinson no puede disimularse y tú no puedes esconderte.
Por el contrario, compartir con tu familia y amigos que tienes parkinson y hablar abiertamente de ello es un magnífico síntoma de fortaleza y el mejor modo de encauzar el tratamiento.


Fotografía Colección FOT-ON

Comentarios

  1. A veces es difícil dar noticias malas a los que quieres por evitar que sufran, ya hemos aprendido, pasar un sólo día sin poder ayudarte, acompañarte y consolarte es perder lo esencial de la vida aunque duela.

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